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Alex contra el mundo

Javier Trejo
November 9, 2020

Alex Roman Hoyos Zapata pasó 5 años sin poner un pie en la escuela y, sin embargo, ha ingresado a la universidad. Alex siempre ha enfrentado dificultades, fue diagnosticado con Trastorno de Déficit de Atención con Hipoactividad. Alex abandonó la escuela preparatoria mientras estaba cursando el segundo año. No solo le había costado trabajo asimilar los contenidos de las clases, también fue difícil para él adaptarse al entorno. Para apoyarlo en esta labor, él y su madre optaron por encontrar un maestro y entonces comencé a trabajar con él dándole clases particulares.

Le propuse aplicar el examen Colbach para validar la preparatoria con un solo examen. Como su maestro, yo lo prepararía en todas las materias. Una nueva dificultad surgió ya que este era un examen orientado a que profesionistas con años de experiencia laboral validaran su educación preparatoria. Alex no solo debía aprobar las materias necesarias, como ciencias exactas o humanidades, también debía aprobar un examen correspondiente a alguna profesión o carrera técnica. Alex eligió la informática.

Alex saludando en el patio de su casa.
Alex saludando en el patio de su casa.

Estudiando para la prueba

Cuando comenzamos a estudiar descubrí que a Alex le costaba trabajo realizar operaciones de aritmética básica como restar o dividir, también se le dificultaba la lectura y la redacción. Además, tenía poca confianza en sí mismo y le parecía imposible lograr nuestro objetivo. Le dije: “Alex, todos los árboles crecen a un ritmo diferente. Crecen lentamente y en silencio hasta que un día, casi sin darse cuenta, ya son muy grandes. No te imaginas lo alto que puedes llegar”. Estudiamos durante poco más de un año. Alex aprendió a utilizar sus cualidades como ventaja. Se volvió preciso en las matemáticas, convirtió su habilidad con la lectura de comprensión en una de sus fortalezas más confiables y adquirió los conocimientos suficientes en ciencias exactas y humanidades, siempre comprendiendo todo desde su especial forma de ver el mundo. Estudiamos todas las materias abordando los temas desde diferentes perspectivas, como cuando estudiamos mecánica de fluidos con botellas llenas de agua o como cuando estudiamos diseño tomando fotografías en las calles de su barrio. Nuestras estrategias eran tan poco comunes que su madre en ocasiones pensaba que estábamos jugando. Alex aplicó el examen y aprobó todas las materias para validar su educación preparatoria incluyendo la prueba de informática diseñada para profesionales de la computación.

Alex, estudiando en su habitación.
Alex, estudiando en su habitación.

Ingreso a la universidad

Después de un merecido descanso y una repentina mudanza, llegaron las fechas de inscripción para el examen de ingreso a la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM). Considerando que él nunca había imaginado aprobar su educación preparatoria tampoco le había pasado por la mente convertirse en un universitario, pero la puerta estaba frente a él, no perdía nada con tocar para ver si se abría. Me llamaron nuevamente para enfrentar el siguiente nivel. El tiempo corría, teníamos una fecha señalada. Alex se inscribió al examen y comenzamos a estudiar. Entonces una nueva dificultad se presentó. Llegó la pandemia del coronavirus y nos vimos en la necesidad de estudiar a distancia. Alex y su madre se habían mudado a provincia y en el poblado donde radicaban la señal de Internet era limitada. Tuvimos que adaptarnos a las circunstancias. Durante 5 meses preparé a Alex por teléfono, realmente nos separaba una enorme distancia.

Temarios y apuntes.
Temarios y apuntes.

El examen incluía nuevas materias: psicología, arquitectura, docencia, filosofía, literatura, estadística, agronomía, política, entre otras, y también algunas viejas conocidas como química y geometría analítica. Siempre le insistí a Alex con la geometría, porque en la Academia de Platón había un letrero que decía: “No entre aquí, quien no sepa geometría”.

Mi estrategia en esta ocasión fue sencilla, en cada clase resolvimos los exámenes de prueba. También desplegamos los contenidos del temario y utilizamos todo el material de apoyo gráfico que pudimos. Trabajamos con esos recursos y con nuestras voces. Aunque su examen estaría enfocado en tecnologías, ciencias exactas y conocimientos generales, aproveché para estudiar todos los temarios, porque así le daría más herramientas, no solo para la prueba de ingreso, sino en la vida.

En la última clase que tuvimos le pregunté: “¿Qué piensas hacer el sábado, Alex?” (El sábado era el día del examen). Me dijo que había alguien a quien tenía que derrotar, le pregunté, “¿A quién?”, y él respondió: “Al mundo”. Asistió a su prueba y derrotó al mundo. Alex siempre ha tenido que derrotar al mundo. Las personas ignoran todo el daño que hacen al decir palabras como: “Eres un tonto… eres un inútil…” o “nunca vas a lograr algo en la vida”. Él tuvo que vencer esas palabras para poder avanzar, palabras que él mismo llegó a creer y que habitaban en su interior. Nadie podrá negarle lo que ha obtenido por mérito propio, siendo paciente y estudiando mucho, siendo sincero cuando era necesario y diciendo: “No lo entendí ¿me lo puedes explicar otra vez?” Aprendió sobre muchos temas, pero lo más importante fue que aprendió cómo aprender, entendió cómo funciona Alex. Yo siempre creí en él. Durante todo este tiempo no nos hemos vuelto a ver en persona, pero yo sé que él se encuentra bien y animado porque ya ingresó a clase y le está poniendo mucho empeño.

Ejercicios de geometría analítica.
Ejercicios de geometría analítica.

Otros que se quedan en el camino

En México cada año cientos de miles de jóvenes desertan de la Educación Media Superior, por ende, pierden el acceso a la Educación Superior. Esto ocurre por distintas razones, pero muchas veces ellos mismos deciden dejar de estudiar porque se les dificulta el aprendizaje. Por esto le insistí a Alex en que diéramos a conocer su historia. Quizá él no entienda aún la dimensión de su hazaña, pero yo sé -por experiencia- que hay otros jóvenes y niños en el mundo que están pasando por lo mismo y esta historia los podría motivar para continuar estudiando.

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Javier Trejo
Originario del Estado de México. Es maestro en Humanidades por la UAEM. Novelista, cuentista y ensayista, con 5 libros individuales publicados, entre otras publicaciones. Actualmente dirige Enero Once Editorial, su propio proyecto editorial y educativo y cursa el doctorado en Estudios de la Ciudad en la UACM.

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